María Gómez Egea

El término acusación no es el que más compartimos. Entendemos que es mejor entender la acusación como la defensa de intereses de nuestros clientes y, eso es lo que hacemos desde una actitud activa. Así, cuando redactamos escritos legales, como una demanda, una carta de despido, etc, lo hacemos centrados en los intereses de nuestro cliente y lo hacemos como si sus intereses fueran los nuestros. Por lo que no iniciamos acciones legales sino estamos convencidos de la viabilidad del tema, especialmente dada la posibilidad de condena en costas. Seguimos el principio latino «Excusatio non petita, accusatio manifesta», que supone que cuando una parte en un procedimiento jurídico hace una acusación sin que la otra parte le haya dado motivo o no exista motivo explicito para hacerlo, esa acusación puede resultar sospechosa o perjudicial para la parte que la presenta.